La arquitectura republicana ha respresentado al poder a lo largo de la historia colombiana. Iglesia, Estado y ejercito erigieron edificios que buscaban la exaltación de sus propias instituciones en vez de procurar la creación de edificios para la gente. 

​

Sin embargo, su valor para la historia de la arquitectura en Colombia hace válida la intención de rescatar lo republicano en el barrio La Alameda, que fue uno de sus máximos exponentes y que hoy día está en total abandono urbano y social. Es por eso que nuestra intención -más que reinterpretar- es transgredir lo republicano para crear un edificio público, valiendose de gestos propios de esta arquitectura del siglo XIX, como el ritmo, la simetría y el ornamento: nociones propias de un estilo clásico. 

​

De este modo, convertimos la imponencia, la pesadez y la ostentación, propios de la simbología del poder de la arq. republicana, en una pieza urbana, sutil, ligera y transparente, que busca exaltar la inclusión a través del valor de lo público; donde los muros hechos para generar barreras, invitan a entrar a un recorrido unidireccional de espacios que se expanden y se contraen para generar diferentes escenarios de interacción entre el pueblo y sus gobernantes.